Justo cuando estaba en el 5º sueño, que parecía que no iba a llegar nunca, cae Silvia a buscarme para el acto. Es a las 10 y yo a las 9 y 15 ni señales... El sol del 25 hace lo suyo, pero el viento no perdona. Me duele todo el esqueleto. No tengo ganas de renegar con los alumnos. No quiero que me digan nada. Tengo sueño, hace frío y no se ve nada. Siempre es lo mismo. El equipo de sonido es de terror. Menos mal que vinieron algunos profes. Perdí la cuenta de las banderas... ¿Eran como 15? Estoy de acuerdo con Lucas, hay que revisar esto del acto. ¿Con quién hay que hablar? A las palabras se las lleva el viento. ¿Qué dijeron? ¿Hay que aplaudir? Dos horas de no sé qué... Por fin terminó. Siempre voy a este acto, pero esta vez... la perspectiva no era buena. Lo único dulce: esa bandera enorme flameando y el famoso chocolate que esperó por mí, por nosotros... Eso es todo por hoy.
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