lunes, 28 de abril de 2008

ἀνέκδοτα / episodio 1

Siempre te gusta recordar grandes, pequeños o insignificantes episodios de la vida escolar... Remontémonos unos años atrás, bueno, unos ¿diez años? Bueno, ponele unos trece para no errar. No te acordás qué acto era... Pero estaba para andar de camisa. Ya se venía la hora y vos con tu campera azul cuando el resto de las abanderadas no tenía. Recordás como si fuera hoy que la señora secretaria del cole dijo que "las tres teníamos que estar iguales". Elemental. Indiscutible. Pero vos tenías un pequeño detalle que ocultar, un desperfecto técnico en la camisa... Estaba descosida... A casa, señores. Las ventajas de vivir cerca... Esta parte no te la acordás bien... Bordás, tejés, pero coser...
¿Y la pollera? Ja! Merece un párrafo aparte. En esa época todo el mundo usaba unos pollerones... Y la tuya como si fueras a crecer mucho (!) tenía en la pretina un margen para alargar... Había gente que se las ingeniaba para acortarlas temporalmente, sin éxito -a veces- gracias a la intervención preceptoril. Y cuando había vientito no alcanzaban las manos... Qué cosas, ¿no?

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