Del mundo de los vecinos; porque vos tenés tu propio mundo, ¿cierto?
Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños y te decís que eso es verdad (!).
Las de tu casa puede ser; las otras, seguro.
Ese pollo no entiende. Reincidente, parece no caer en que las municiones eran (y son) para él... El tipo con una total impunidad camina los techos ajenos...
¿Y el gato? Furtivamente salta las tapias y pasea su humanidad blanquita de noche buscando... ¿alimento balanceado?
Ni hablar de las loras instaladas en el higuerón del patio. Claro, ellas sólo... ¿vienen a descansar?
Pero lo peor son los ladridos de los pobres canes... No meten miedo los infelices...
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